martes, 17 de febrero de 2009

Situación laboral de los viñetistas en la prensa diaria: el caso de Italia

Ricardo Tejeiro Salguero (2009g)

Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.
Para conocer la situación de las viñetas y los viñetistas de prensa en Italia, procedimos a una revisión bibliográfica, una búsqueda en Internet, y a contactar personalmente con diversos viñetistas: Sergio Staino (L’Unità), Giulio Laurenzi (Quotidiano della Basilicata, L’Unità, Corriere della Sera), Paolo Marengo (Giornale del Piemonte, Tuttosport, Torino Cronaca, Corriere del Giorno Della Puglia e della Lucania) y Nino Schilleci (Giornale di Sicilia). Las manifestaciones de Giulio Laurenzi y Sergio Staino se recibieron por correo electrónico el 29 de agosto de 2008; las de Nino Schillechi se recibieron por el mismo medio el 28 y 29 de agosto de 2008; la de Paolo Marengo, el 30 de agosto de 2008. A continuación se resumen los resultados obtenidos.
Comenzando por la denominación de la profesión y de sus obras, los términos más extendidos son “vignettista” y “vignetta”, respectivamente, en ocasiones matizados como “vignetta umoristica". No obstante, en algunas ocasiones se utilizan también otros términos, sobre todo relacionados con la sátira: “autore di satira”, “disegnatore satirico” o “satira politica”. Conviene aclarar que “fumetto” y “fumettista”, dos términos muy extendidos, se aplican de forma preferente al mundo del cómic –como explica Schillechi– y de la animación gráfica:

“El viñetista es el que crea una viñeta única (la viñeta puede ser cómica, satírica o polémica), el fumettista crea el fumetto (el fumetto puede ser cómico, fantástico, de acción, thriller, horror, etc.), que es una historia dibujada de varias páginas: por ejemplo, un fumetto como DIABOLIK está dibujado por un fumettista. El que un viñetista pueda hacer de fumettista, y que un fumettista pueda hacer de viñetista, depende de la capacidad del artista”.
Según señalan los propios autores, la situación laboral de los viñetistas italianos no se diferencia mucho de la de sus colegas españoles, más allá de las diferencias que pueden existir entre el periodismo, a nivel general, de ambos países.
Como en España, numerosos periódicos impresos incluyen viñetas, con la matización de que en Italia se ubican casi siempre en la primera página. En este aspecto, Nino Schillechi señala que todos los periódicos italianos incluyen viñetas, mientras que Paolo Marengo indica: “No todos los periódicos italianos tienen la costumbre de incluir en viñetas en sus páginas, de manera que el trabajo para los viñetistas se ha ido reduciendo poco a poco”. Las dos décadas de trabajo de Marengo, su carrera profesional en media docena de medios distintos, y el hecho de que esté casado con otra viñetista, nos inclina a darle más credibilidad, teniendo en cuenta que incluso en España, donde las viñetas son muy habituales, existen periódicos sin ninguna, como Area, en La Línea de la Concepción. En la relación laboral entre los viñetistas y sus periódicos predomina el contrato de colaboración externa (freelance) y una baja remuneración, obviamente con la excepción de los grandes nombres del sector.
“Casi todos los viñetistas funcionan a base de contratos de colaboración sin ningún tipo de garantías, a excepción de algunas firmas históricas de la sátira italiana como Forattini, Giannelli, Vauro y Altan. Otros trabajan a partir de simples acuerdos telefónicos, sin ningún tipo de contrato. Yo siempre he preferido contractualizar mis relaciones, aunque las formas actuales de colaboración son absolutamente diferentes unas de otras. Muchos viñetistas famosos han muerto prácticamente en la miseria después de haber sido firmas excelentes durante muchos años (como el caso reciente del pobre Angese). Salvo Forattini y Giannelli, que siempre han cobrado mucho (…), y exceptuando a Altan (cuya fortuna depende exclusivamente de sus libros para niños, como “La Pimpa”) y a Vauro, que percibe el mínimo sindical como empleado de “Il Manifesto” con un contrato de las cooperativas (el director de este periódico no supera los 3.000 euros al mes), para todos los demás las cifras son absolutamente ridículas. Yo, por las colaboraciones actuales, me las apaño para recibir entre 35 y 50 euros como máximo por cada viñeta, y algo más cuando hago ilustraciones. Por suerte trabajo todos los días y para más publicaciones” (Paolo Marengo).

Sergio Staino ahonda en esta percepción: “Actualmente estoy dirigiendo un suplemento satírico que sale cada lunes con el diario L’Unità, donde trabajan muchos jóvenes dibujantes y escritores satíricos que tienen los problemas [de contrato y salario] y todavía se consideran muy dichosos por trabajar en ese pequeño periódico”.

Como en nuestro país, no existen en Italia agencias que comercialicen viñetas a la manera de los syndicates estadounidenses.

“En Italia tampoco existe un sindicato de viñetistas, y la única vez que he oído hablar de ello fue durante la entrega de un premio a mi mujer (que también es viñetista) en Mantua, por parte de algunos exponentes de la organización del premio (con motivo de los cien años de la organización sindical CGIL), todos sindicalistas además de viñetistas” (Paolo Marengo).

Claro que, como veremos cuando abordemos la situación en los propios Estados Unidos, hay quien se pronuncia en contra de la posibilidad de tal tipo de empresa sindicada:

“Hace muchos años que soy cartoonist en varios diarios italianos, y sobre todo en el diario L’Unità, diario relacionado con el máximo partido de la izquierda italiana. Esa vejez me pone entre uno de las cinco o seis iconos de la caricatura en nuestro país, y por eso no tengo mucho interés en el desarrollo de un sindicato de categoría” (Sergio Staino).

Como en España, los autores complementan los ingresos que les reporta su espacio diario con otros procedentes de otros ámbitos, con frecuencia relacionados con las viñetas. Por ejemplo, Nino Schillechi dibuja viñetas para las televisiones locales de Palermo, Cagliari y Terni (aunque “se dice que la Tv y los sitios de Internet te dan visibilidad pero nada de dinero”), y Giulio Laurenzi dirige un suplemento satírico semanal en el Quotidiano della Basilicata denominado Il Quotidiano della Satira. No obstante, “en Italia no existe ninguna revista satírica; después de haber tenido grandes títulos como Il Male, Tango y Cuore, las últimas experiencias de Boxer y Parcondicio (con el cual colaboré durante un año) han fracasado porque la gente no las compra. La única publicación mensual que resiste es Linus, pero también incluye cómics” (Paolo Marengo).

La consideración que merecen las viñetas en Italia es diversa, en función de los medios y los autores. Schillechi afirma que “mi opinión es que las personas aprecian mucho las viñetas pero las toman como un pasatiempo y no tienen idea de qué significa hacer una viñeta, ni lo consideran como un trabajo”, mientras que Sergio Staino señala que “personalmente soy considerado un opinionista político que se exprime a través de la caricatura”. Paolo Marengo afirma que se ha producido un importante cambio “desde una época de oro en los años setenta, en la que se disparaba la sátira en la primera página, hasta hoy, cuando una especie de complacencia con el poder ha hecho que muchos directores prefieran desembarazarse de la presencia ingobernable de los viñetistas”. En esta línea, añade, “la consideración de los viñetistas se ha hundido clamorosamente durante el último decenio (…) y también aquí somos considerados solo «personas que hacen reír» y no autores de opinión. Estamos muy lejos de la gran consideración que tienen los viñetistas franceses o anglosajones”. Profundiza Marengo en su denuncia al quejarse de que “no gozamos de gran estima por parte de los periodistas, que con frecuencia intentan boicotear nuestro trabajo a pesar de los acuerdos con los directores, haciendo que nos quebremos la cabeza con los argumentos de los temas a tratar, y con frecuencia y a propósito impidiendo que dispongamos de los espacios adecuados (esta es una situación muy habitual en los periódicos deportivos, absolutamente refractarios a la sátira contra los jugadores de fútbol; una prueba es que a mí me tuvieron cuatro años siguiendo exclusivamente el ciclismo con el Giro d’Italia, el Tour de Francia y la Vuelta, produciendo viñetas cada día para un deporte considerado menor”.

Situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria: el caso de los Estados Unidos de América

Ricardo Tejeiro Salguero (2009i)

Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.

En los Estados Unidos, los periódicos publican diariamente un número variable de tiras y viñetas, aportadas bien por los autores incluidos en su propia plantilla, bien por los sindicatos de viñetistas a los que numerosos autores se encuentran afiliados. De hecho, en las últimas décadas la tendencia ha sido a la reducción del número de los primeros –que han pasado de unos 150 en los años 80 hasta unos 85 en la actualidad (Davies, 2004)– en detrimento de los segundos, hasta el punto de que periódicos de la talla de The New York Times o The Wall Street Journal no disponen de ningún viñetista en plantilla (Sinclair Mccartney, 2002). Como se lamenta J.P. Trostle, “los periódicos familiares, fuera cual fuese su circulación, solían disponer de un viñetista en plantilla, lo que era fuente de orgullo cívico. Pero hoy la crisis se vive incluso entre los periódicos independientes con una larga tradición en viñetas editoriales, con el resultado de que el puesto de muchos autores parece depender de una especie de juego de las sillas musicales” (Trostle, 2004, p.10). Time Nelly, editor del Lexington Herald, de Kentucky, resume el punto de vista del periódico de la siguiente manera: “Sabemos perfectamente que por una fracción de lo que nos cuesta un viñetista en plantilla podemos adquirir los trabajos de los mejores viñetistas del país sobre temas nacionales e internacionales” (en Plante, 2004, p.12).
“Existe un interesante debate entre los viñetistas respecto al daño que la sindicación produce en nuestro oficio, en la medida en que permite que los periódicos compren mis dibujos, por ejemplo, por mucho menos dinero del que deberían pagar a un viñetista independiente por un material original. Cuando comencé con las viñetas (…) encontré que esta fría realidad de un mercado libre resultaba un problema, y los editores me decían que podían comprar material sindicado de los principales viñetistas por muy poco dinero, y preguntaban por qué debían comprar el mío. Así que me lo tomé como un reto, trabajé MUY duro, fui muy persistente, tuve algo de suerte, y me las arreglé para convertirme en uno de «esos viñetistas que compran los editores». Sigue siendo duro ser viñetista aquí, pero las reglas son las mismas. Mucho trabajo duro, una buena dosis de suerte (y un poquitito de talento…), y puedes ganarte la vida decentemente. Estoy seguro de que España es diferente por la sencilla razón de que el número de periódicos y revistas impresas no justifica un sindicato nacional, mientras que en los Estados Unidos se imprimen miles de publicaciones (Matt Davies; comunicación personal al autor para el presente trabajo, 11 de agosto de 2008). “Déjame que destaque el número cada vez más reducido de viñetistas que todavía están incluidos en la plantilla de los periódicos de los Estados Unidos. Me temo que estamos yendo hacia vuestro modelo [por España]; trabajo freelance mal pagado. La sindicación es una buena forma de ganar algo más, pero tampoco supone mucho dinero” (Scout Stantis; comunicación personal al autor para el presente trabajo, 12 de agosto de 2008).
El auge de los sindicatos de distribución de viñetas tiene diversos efectos sobre la profesión. Al margen de la evidente posibilidad de ver sus trabajos publicados en decenas o incluso centenares de periódicos de manera simultánea, algunos viñetistas como Mark Fiore (2004) destacan la independencia y la libertad que supone el no depender de un solo medio y un reducido número de editores con unos gustos y preferencias determinados. Otros lamentan lo que consideran un efecto perverso sobre aspectos como la cercanía a los temas locales, o incluso sobre la creatividad de los autores.

Respecto al primer asunto, es evidente que la principal aportación que supone el disponer de un viñetista en plantilla es “la dimensión añadida que proporciona en términos de comentario local” (Tim Kelly, en Plante, 2004, p.12). A los propios periódicos les interesa, editorial y comercialmente, proporcionar a sus lectores una conexión con los temas locales, no solo a través de sus noticias sino también mediante las viñetas. Los lectores se ven especialmente reflejados en las viñetas locales (John Temple, editor del Rocky Mountain News de Denver, Colorado, en Plante, 2004, p.12), que a su vez proporcionan “la ventana más accesible al carácter del periódico y de su ciudad” (Marlette, 2004, p.21), evocando en sus dibujos los paisajes y la arquitectura de la región (Stein, 2004, p.39).

En este sentido, ningún viñetista sindicado tiene la capacidad de conectar con los temas locales” (Stantis, 2004, p.37). “Los viñetistas sindicados no aportan a los periódicos el sabor local que hace falta para enganchar totalmente a las audiencias. Nunca conectan de forma directa con sus lectores de la manera en que lo hace un buen viñetista local” (Zakarian, 2004, p.16).

Por otra parte, el deseo de adaptar el mensaje a una amplia variedad de medios, lectores y puntos de vista empuja a muchos autores a moderar el tono de sus obras, a centrarse en los temas –en ocasiones escasos– que pueden resultar relevantes para todos los potenciales clientes, e incluso a homogeneizar el estilo de sus trabajos, todo lo cual ha sido denunciado de forma repetida por viñetistas y editores. En esta línea, Ed Stein (2004) afirma que “cualquier día encontramos una cantidad de viñetas tan repetitiva que atonta, todas sobre el mismo tema y usando las mismas metáforas e imágenes visuales. No se trata de un plagio grupal, pero sí parece un caso sospechoso de pensamiento de grupo. Con la excepción de un puñado de artistas que hacen un esfuerzo consciente por desarrollar un estilo gráfico distintivo, nuestro dibujos, con pequeñas diferencias estilísticas, se parecen mucho unos a otros” (Stein, 2004, pp.39-40). Y Mary Ann Lindley, editoria de página editorial del Tahallassee Democrat, lo resume e la siguiente manera: “Como editora, estoy cansada de ver que los viñetistas sindicados, cuyos trabajos compramos y publicamos, proporcionan una riada de viñetas homogéneas” (Lindley, 2004, p.35).

La homogeneidad, favorecida por la publicación de muchos trabajos en Internet, alcanza incluso a los estilos gráficos, como señalan Colldeweith y Goldstein (1998) en su exhaustiva revisión a más de veinte viñetistas estadounidenses: “Muchos de los autores que entrevistamos eran conscientes de esto. En fechas recientes han cambiado sus estilos de letra, entintado, sombrado o resaltado de las figuras, en un esfuerzo por distinguir su trabajo del de sus colegas” (p.10).

Respecto al último de los aspectos citados –la publicación en las ediciones de los periódicos en Internet– las ventajas económicas de la sindicación se suman a la amplia difusión de estos medios para reducir aún más la probabilidad de que la prensa cuente con viñetas de contenido local, difícilmente comprensibles para lectores de otros lugares.

No obstante todo lo anterior, y aunque el debate dentro de la profesión se polariza entre “staff cartoonists” (o viñetistas en plantilla) y “syndicated cartoonists” (viñetistas sindicados), existe una tercera posibilidad que en los Estados Unidos se conoce como “freelance cartoonist”, y que, aunque en nuestro país tiende cada vez más a utilizarse el término freelancer en relación con otros empleos, entre nosotros se ajusta a lo que se entiende por “colaborador”. El prestigioso viñetista Matt Davies lo explica de la siguiente manera:

“En los Estados Unidos hay unos 100 viñetistas incluidos en la plantilla de los periódicos y que cobran bastante bien, de ellos quizá una veintena con sueldos muy buenos (entre los más altos del país). También hay un gran número de freelancers a quienes se paga muy poco” (Matt Davies; comunicación personal al autor para el presente trabajo, 11 de agosto de 2008).

“Un freelancer tiene libertad para publicar donde quiera, pero carece de contrato, pensión, seguro médico, etc. Los viñetistas de plantilla son empleados de los periódicos, como los reporteros o los editores” (Matt Davies; comunicación personal al autor para el presente trabajo, 12 de agosto de 2008).

Situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria: el caso de Portugal

Ricardo Tejeiro Salguero (2009h)

Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.

Las contestaciones de Onofre Martins Varela (Varella), (O Primero de Janeiro, O Comércio de Porto, Jornal de Notícias), recibidas los días 11 y 13 de noviembre de 2008, proporcionan una visión sobre la labor de los viñetistas en Portugal:
“Históricamente Portugal cuenta con nombres relevantes en el sector, desde los últimos tiempos de la monarquía, a finales del siglo XIX y principios del XX. [Hoy, todos los periódicos, generales y deportivos, así como los semanarios y las revistas semanales de ámbito nacional] tienen colaboradores en el área de la viñeta, la caricatura y la ilustración, que publican en las páginas de opinión o en otras. Hay nombres importantes que vienen del tiempo de la dictadura, como Vilhena, Stuart Carvalhais, Miranda, Sampaio e João Abel Manta, pero también otros como Brito, Vasco, Carlos Laranjeira, Ricardo Galvão, Rui Pimentel, Zé Manel, Zé Oliveira, Onofre Varela, Artur, Ferreira dos Santos, Paulo Fernandes, Eduardo Esteves, Rodrigo, Álvaro, Pedro Alves, Paulo Santos, Teixeira, Bruno Taveira, Carlos Rico, César Évora... La prensa portuguesa publica viñetas esencialmente políticas, con o sin la caricatura de los políticos aludidos. En su mayoría, el carácter de las viñetas es crítico y hacen referencia a casos ocurridos recientemente en el mundo de la política o de los negocios. También hay viñetistas que prefieren un trabajo más suave, pero son pocos. Y solo hay uno que prefiere el humor ligero, sin carga satírica o crítica: Zé Manel (…). Su trabajo tiene un trazo elegante, y está muy solicitado para ilustrar libros escolares. Los viñetistas son considerados periodistas. Yo mismo poseo el Carnet Profesional de Periodista, por ejercer la actividad de viñetista. Pero es una conquista reciente. Aunque el estatuto profesional del periodista explicita que un periodista es aquel que transmite noticias a través de texto, voz, fotografía o dibujo, las administraciones de los periódicos se negaban a interpretar así la actividad periodística. Tuve que participar en muchas reuniones, exponer ante el sindicato y la Comisión del Carnet de Periodista unos hechos que no pudieron refutar para que, finalmente, hace unos diez años todos los viñetistas que publican en órganos de información y respetan el código deontológico de la profesión tuvieran derecho al Carnet Profesional de Periodista, siempre que ejerzan la profesión como actividad principal. El Carnet Profesional es concedido por el Sindicato de Periodistas, y se instituyó hace cerca de veinte años. Sin embargo, algunas empresas periodísticas (como el Jornal de Notícias, en el que yo trabajaba) no consideraban que la decisión sindical fuera legal. Fue preciso formar la “Comisión del Carnet Profesional de Periodista”, que cuenta con representantes de la clase profesional, los medios de información, el sindicato y el gobierno, para reformar el Estatuto del Periodista a fin de que se incluyera en el mismo a los viñetistas y a los operadores de cámara de televisión. Los reporteros gráficos ya eran considerados periodistas, pero tuvieron que reclamar mucho para conseguirlo. Partiendo de ahí, mi argumentación era esta: “Si un reportero gráfico es periodista porque registra un hecho o a una personalidad a través de un medio artístico como es la fotografía, un viñetista lo es igualmente porque registra el mismo hecho y a la misma personalidad a través de un medio artístico como es el dibujo. Es más: la viñeta puede ser leída como un artículo de opinión”. No sé si mi argumentación tuvo algún peso en la decisión, pero sé que el Jornal de Notícias acabó por reconocer a sus viñetistas como periodistas. En mi caso personal (…) tuve [en O Primero de Janeiro, O Comércio de Porto y Jornal de Notícias] contrato de trabajo a tiempo completo, porque entré como gráfico. La actividad de diseñador, ilustrador, caricaturista y viñetista surgió después de estar en ellos, y nunca recibí nada más por desempeñar esas funciones (…). Hoy los caricaturistas y viñetistas que publican en la prensa portuguesa no son trabajadores a tiempo completo como fui yo. Son proveedores, con un contrato de colaboración, trabajando en sus propias casas y enviando los dibujos por Internet. La libertad de expresión es real, y no tengo conocimiento de censura al trabajo de los viñetistas en la imprenta nacional. No sucede lo mismo con la prensa regional, tal vez porque el medio a que se destina es más restringido y la “relevancia social” de algunas personalidades locales lleva a los directores de las publicaciones a censurar aquello que piensan que pueden resultar dañinas. Por otro lado, el fenómeno de la concentración de los medios de comunicación en cada vez menos empresas hace que el control de las noticias que llegan a conocimiento de los lectores sea cada vez más una amenaza latente. Pero esto es un fenómeno globalizado a escala mundial, y no solo portugués. Los profesionales que tienen como principal fuente de ingresos la viñeta y la caricatura son los siguientes: António - (Expresso)Cid - (Sol)Luís Afonso - (Público)Carrilho (*) - (Diário de Notícias) (*) - Carrilho posee un nivel técnico y artístico de tal importancia que sus principales clientes son publicaciones de los Estados Unidos y de Alemania. Hay muchos otros viñetistas, también con trabajos publicados en los periódicos citados, otros que publican en la prensa regional, y aún otros que, careciendo de periódico en el que publicar, exponen su trabajo en las galerías de arte. Pero todos ellos tienen otra profesión que les permite ganarse el sustento diario, ¡que no es cosa de morirse de hambre por la vía del viñetismo!”

Hay que señalar que en esta trascripción se ha utilizado el término “viñeta” para traducir lo que Onofre Varela denomina en su mensaje original en portugués “cartoon”, y de la misma manera, “cartoonista" ha sido traducido como “viñetista”. Respecto a la denominación de la profesión en Portugal, Varela precisa:

“En el idioma portugués se acordó, en la última revisión ortográfica, aportuguesar algunos términos extranjeros de uso frecuente entre nosotros. Fue el caso de cartoon, que dejó de escribirse en inglés para utilizar la nueva grafía cartune”.

Situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria: el caso de Francia

Ricardo Tejeiro Salguero (2009f)

Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.

Los siguientes párrafos se basan en los comentarios de Xavier Delucq, que trabaja para dos periódicos locales en otros tantos departamentos diferentes (La liberté de l’est y L’Echo le regional), remitidos por correo electrónico al autor el día 3 de septiembre de 2008.

En primer lugar, aunque en los foros de Internet y en algunos artículos impresos se alude a las viñetas de la prensa francesa como bande desinée (BD), lo cierto es que este término se reserva para los cómics, para las tiras seriadas (con personaje fijo y argumento consecutivo) y para las tiras que contienen gags cómicos. En el caso de las viñetas de prensa, los términos más apropiados son dessin de presse (dibujo de prensa) o dessin d’humour (dibujo de humor).

Los periódicos franceses, según Delucq, son cada vez más reacios a publicar viñetas, y aunque se combinan en sus páginas viñetas políticas y de gags, las primeras son cada vez más raras. “Los políticos tienen una influencia cada vez mayor sobre los periódicos. A día de hoy, hay en Francia una gran polémica acerca de la revista satírica Charlie Hebdo, que ha despedido al dibujante Siné a raíz de un dibujo sobre los hijos de Sarkozy”. En esta línea, se lamenta de que “cada vez hay más lectores que se echan al monte y no aceptan las bromas ni comprenden el humor. Cada vez hay más objeciones”. Con todo, reconoce Xavier Delucq que, en relación con los contenidos, “soy libre de hacer lo que quiero, aunque ellos son libres de publicar lo que quieren. Pero raramente me censuran; los periódicos locales son aún bastante libres y con frecuencia les gusta que los dibujos cuenten las cosas que no se pueden poner por escrito en un artículo”. Por otra parte, no hay una norma común respecto a la ubicación de las viñetas entre las secciones del periódico. “Yo publico en la página de actualidad nacional e internacional, pero cada periódico hace lo que le parece”.

La situación laboral de los autores de viñetas sigue la tónica encontrada en otros países: relación laboral de freelance casi generalizada, y falta de un puesto en la propia redacción. “No veo casi nunca a los periodistas, trabajo por Internet”.

Situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria: el caso del Reino Unido

Ricardo Tejeiro Salguero (2009e)

Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.

En este artículo se reproducen las respuestas obtenidas de los autores del Reino Unido, mientras que en artículos posteriores recogeremos las aportaciones de compañeros de profesión de Francia, Italia, Portugal y los Estados Unidos.

De entre los diversos autores abordados en el RU, la respuesta más extensa e informativa la proporcionó Andy Davey, que trabaja como “editorial cartoonist sustituto” en The Times, The Guardian, The Sunday Telegraph y The Independent. A continuación se reproducen los principales párrafos de dicha respuesta (recibida por correo electrónico el día 27 de agosto de 2008).

“General.
En la actualidad hay muchos viñetistas editoriales muy buenos –y algunos excelentes– trabajando (o no) en el Reino Unido (…). Tienen una tendencia particularmente fuerte hacia el enfoque satírico, y producen imágenes muy potentes. Pero al margen de ello (…) la vida no es fácil para los viñetistas de hoy en el Reino Unido. La cantidad que se paga por viñeta se ha ido reduciendo cada vez más (…).

La situación de los medios.
La tendencia es hacia los free-lancers, al igual que la tendencia de nuestra industria de los medios impresos es hacia la reducción de costes y de tamaños (…). Incluso los grandes nombres como Steve Bell (The Guardian) son freelance. (…) La mayoría de los editores consideran que los viñetistas no son importantes, o incluso que son una molestia. (…) Las viñetas son tenidas en muy poco por las comunidades de arte/periodismo/medios de comunicación en el Reino Unido. Sospecho que este desdén NO es compartido por lo general por los lectores británicos, pero estos lectores no tienen el poder para contratar a los viñetistas. (…)

Control editorial.
La mayoría de los editores no se meten con el contenido de las viñetas, que siguen recogiendo la “voz satírica” de los autores. En ese sentido, “editorial” es una palabra inapropiada. Las alternativas –“Comentario” u “Op Ed” (opinión y editorial)– son probablemente mejores. Los viñetistas deberían considerar las viñetas como “columnas” o espacios de opinión. En ocasiones hay algunas interferencias o censura por parte del propietario o el editor, pero son casos raros. Supongo que hay una buena cantidad de autocensura por parte de los (con más frecuencia que las) viñetistas que saben lo que les puede suceder.

Viñetistas en plantilla y freelancers.
Los viñetistas editoriales se encuentran entre los “géneros” mejor pagados, pero son muy pocos. El número de cabeceras nacionales diarias es reducido (10), y de ellas la mitad son “tabloides” y la mayoría han dejado de publicar viñetas editoriales. Los únicos que mantienen viñetas editoriales regulares son los periódicos de calidad –The Daily Telegraph, The Guardian, The Times, The Independent – y dos trabloides – The Express y el Daily Mail. The Sun y The Mirror también incluyen a veces viñetas comentario, pero son raras. De todos ellos, creo que solo The Times, The Telegraph y el Daily Mail tienen viñetistas en plantilla.

Los viñetistas que puedo citar sin esforzarme demasiado son los siguientes (los que llevan un asterisco creo que están en plantilla, el resto son freelance):
The Times: Peter Brookes*, Morten MorlandThe Sunday Times: Gerald Scarfe*The Daily Telegraph: Nicholas Garland*, Christian AdamsThe Sunday Telegraph: Christian AdamsThe Guardian: Steve Bell, Martin Rowson, FarrThe Observer (Sunday): Chris RiddellThe Independent: Dave Brown, Peter Schrank, Tom LubbockThe Express: Paul Thomas*The Daily Mail: Stan MacMurtry* (“Mac”)

Sindicatos.
(…) No tenemos viñetas editoriales sindicadas que puedan ser usadas por los periódicos nacionales (aunque muchos periódicos incluyen series de tiras y viñetas sindicadas americanas, australianas, británicas y de la Europa continental; por ejemplo, “The far Side”, de Larson, etc.). En este sentido, es totalmente diferente a los Estados Unidos.

La prensa regional.
A diferencia de los Estados Unidos, el mercado de periódicos locales es aquí muy débil a nivel financiero. Hay algunos diarios bastante conocidos (The Yorkshire Post, The Western Mail), y creo que algunos incluyen viñetas editoriales, aunque las pagan muy mal. Los periódicos locales están básicamente “sin blanca”, con un periodismo tan pobre que prácticamente se reduce a la reimpresión de notas de prensa. Buena parte de la prensa regional y local está siendo desplazada por las “hojas gratuitas” –periódicos gratuitos que se reparten (Metro, etc.). Estos están diseñados para ser leídos en un viaje corto de tren o autobús, así que no tienen análisis en profundidad y no incluyen viñetas editoriales, aunque sí viñetas de carácter social. No estoy seguro de cuánto les pagan a estos viñetistas, pero me temo lo peor”.

El viñetista Martin Rowson (2001), que publica en The Guardian, también se queja del escaso respeto hacia las viñetas en el artículo que lleva el elocuente título de “We are the true outsiders of journalism”. Así, afirma:
“Las viñetas son un aspecto reconocido y de larga tradición en la topografía del diseño de la prensa, pero esto no implica que los editores realmente comprendan lo que es una viñeta, cómo funciona o por qué (…). [hay] una incapacidad sistemática por parte de los periódicos para apreciar que las viñetas son periodismo serio. Esto se debe en parte a su extraño apoyo en la comunicación no verbal y en el humor. (…) A pesar de una tradición tricentenaria en el uso de dibujos jocosos para transmitir opiniones totalmente serias acerca de la moral, la política y la sociedad, las viñetas –y por supuesto los viñetistas– no son tomados muy en serio. Además, con frecuencia se les contempla como medio apartados del periodismo de verdad. (…) De alguna manera, los viñetistas son como quimeras periodísticas: la forma en que piensan, lo que expresan y su efecto sobre los lectores los convierte más en columnistas que en ilustradores, y personalmente yo me veo a mí mismo más como un periodista visual que como un “artista” de ningún tipo. (…) Hay una diferencia cualitativa obvia entre la deferencia que se muestra hacia los gurús del columnismo y hacia los viñetistas que publican en lo alto de esas columnas. (…) Los viñetistas son outsiders, y su posición semi apartada dentro de la jerarquía de los periódicos va asociada a su separación de las pequeñas miserias que dictan mucho de lo que sucede dentro de esos periódicos, o al menos así debería ser. (…). Los viñetistas suelen hablar con una voz disidente. Es bien conocido que Vicky y Low formalizaron su disidencia en sus contratos con Beaverbrook en el Evening Standard, en los que se les reconocía libertad casi plena para defender puntos totalmente opuestos no solo a la línea editorial del periódico, sino a la opinión de los lectores. (…) Pero la oposición es intrínseca al arte del viñetista: una viñeta positiva siempre parece –y con frecuencia es– simple propaganda. (…) En The Guardian, Steve Bell y yo disfrutamos de una libertad editorial casi completa, aunque el editor de opinión tiende a irritarse cuando la cuota de palabrotas es muy alta, y la palabra “joder” está estrictamente prohibida (Bell me dijo hace poco que recibió una carta de David Leigh acerca de este tema, que concluía con PS: “Lo mismo vale para coño”).”

Panorama de las viñetas de las ediciones on-line de los periódicos: los Estados Unidos

Ricardo Tejeiro Salguero (2009d)

Este artículo es continuación de PANORAMA DE LAS VIÑETAS DE LAS EDICIONES ON-LINE DE LOS PERIÓDICOS: REINO UNIDO (Tejeiro, 2008a) y de artículos similares dedicados a las viñetas de la prensa francesa (Tejeiro, 2008b), italiana (Tejeiro, 2009a), alemana (Tejeiro, 2009b) y portuguesa (Tejeiro, 2009c), publicados en esta página web.

Los periódicos estadounidenses son los que mejor tratamiento otorgan a las viñetas de prensa. Excepto en el New York Times, que las publica en una sección específica a la que se accede desde la página principal (y que es el único medio que incluye el término “humor” entre sus alusiones a las viñetas), todos los demás medios visitados incluyen las viñetas dentro de su sección de opinión, y en todos los casos en localizaciones privilegiadas. Por otra parte, varios de estos medios permiten el acceso no solo a su viñeta editorial del día, sino también a un archivo –en ocasiones muy extenso– de viñetas editoriales distribuidas a través de los sindicatos y publicadas en la misma fecha por otros periódicos nacionales. A continuación se presenta un resumen de lo hallado en cada una de las ediciones digitales de los periódicos visitados los días 15 y 16 de noviembre de 2008:

New York Times (http://www.nytimes/.com): En la página principal, y con menos relieve tipográfico que los títulos de sección más relevantes (World, US, Politics, Business, Sports…), se presenta una serie de enlaces a secciones menores (Blogs, Classifieds, Obituaries…) entre las que se incluye Cartoons/Humor. Este enlace abre una página que presenta, entre otros contenidos, el acceso a ocho viñetas distintas anunciadas cada una con un fragmento del dibujo, el texto “Today’s cartoon” y el nombre del viñetista (Tony Auth, Jeff Danziger, Glenn McCoy, Pat Oliphant, Ben Sargent, Tom Toles) o del espacio (Doonsbury, Rudy Park). De estas viñetas, Doonsbury (de H.G. Trudeu) y Rudy Park (de Darrin Bell y Theron Heir) consisten en tiras a color, con contenidos de carácter cotidiano/social, mientras que todas las demás son imágenes únicas, en blanco y negro, de contenido político.
Miami Herald (http://www.herald/.com): La sección de Opinion muestra, centrada y en la parte superior de la página, una viñeta a color titulada “Jim Morin’s cartoons” (que se puede ampliar al pulsar sobre ella, y que incluye una fecha cinco días anterior a la del momento de nuestra comprobación). A esta misma viñeta –y a un archivo de viñetas anteriores, además de una brevísima nota biográfica sobre el autor– se puede acceder igualmente pulsando sobre el enlace Cartoons, uno de los seis que identifican subsecciones de Opinion.
Washington Post (http://www.washingtonpost/.com): Al pulsar sobre el título de la sección de Opinions –en la barra principal de contenidos– se abre una persiana con ocho contenidos diferentes, dos de los cuales llevan por título “Tom Toles cartoons” y “Telnaes animations”. Al abrir el primero se accede a una página que contiene una viñeta de Tom Toles (la misma que publica el New York Times), una breve biografía de este viñetista, enlaces a viñetas anteriores del mismo, un boceto de viñeta titulado “Tom Toles Sketchpad” (del que se señala que es exclusivo de Internet), un apartado de enlaces titulado “Other Syndicated Editorial Cartoons” (en el que se presentan nueve pequeños dibujos acompañados de los nombres de sus respectivos autores: Anderson, Auth, Bok, Carlson, Luckovich, McCoy, Oliphant, Sargent y Wilkinson), y un enlace al espacio titulado “Ann Telnaes Animations”. Al pulsar sobre alguna de las “otras viñetas editoriales sindicadas” se abre una nueva ventana con la viñeta correspondiente (en blanco y negro o color) y enlaces a 73 tiras diferentes tipo gag y a otras 80 tiras en formato de cómic por entregas. Por su parte, “Ann Telnaes Animation” presenta un formato de página similar al anterior, si bien en este caso se muestra una tira animada, además de una breve biografía de esta viñetista.
USA Today (http://www.usatoday/.com): En la parte superior izquierda de la página de Opinión se presenta la reproducción de una viñeta en blanco y negro y el texto Clic here for today’s cartoon; al pulsar sobre cualquiera de estos elementos se abre una nueva ventana que lleva por título Editorial cartoons, y que además de la misma viñeta a gran formato –perteneciente a un autor que la ha publicado en otro periódico, que se cita[1]– permite acceder, mediante persianas desplegables, a viñetas de otros autores (Bob Gorrell, Chip Bok, Chris Brito y Gary Varvel) así como seleccionar la materia de la viñeta
Los Angeles Times (http://www.latimes/.com): Centrado en la página de Opinión (a la que se accede a través de la barra principal de herramientas), el fragmento de una viñeta y el texto “A cartoon by Mimi Pond” proporcionan un enlace a una tira de gran formato (página completa, siete viñetas sucesivas) de esta autora; la tira es a todo color, y su contenido es de carácter costumbrista, exento de crítica social o política.
Charlotte Observer (http://www.charlotte/.com): La página de Opinión permite el acceso a tres subsecciones, tituladas Kevin Siers, Blogs/Clumnists y Readers forums. Al pulsar sobre el enlace a la primera se accede a una página con las viñetas del día corriente y del día anterior de Kevin Siers (“The Observer’s Cartoonist”), en blanco y negro o a color, y con contenido político regional, además de ofrecerse una breve reseña biográfica, una caricatura del autor, y un enlace a su dirección de correo electrónico.
Chicago Sun-Times (http://www.suntimes/.com): Centrado en la sección de opinión de la edición digital del Chicago Sun-Times (titulada Commentary) se muestra el texto “Jack Higgin’s Cartoons” y una viñeta de este autor, en blanco y negro y con carácter político local. Al pulsar sobre cualquiera de estos elementos se abre una nueva ventana con la misma viñeta –al mismo tamaño– y la posibilidad de acceso a un archivo de viñetas de este medio y autor.
New York Post (http://www.nypostonline/.com): Al pulsar sobre el enlace a la sección de Opinión se abre una persiana con las subsecciones, entre las que se incluye Cartoon. Al acceder a la misma se abre una pantalla con una viñeta a color firmada por Mike Ramirez y los enlaces a un archivo de viñetas, precedida por el siguiente texto: “Ramirez for Wednesday November 12, 2008. Mike Ramirez’s Cartoons do not run every day. However, the one shown here is the most recent”.
Boston Globe (http://www.boston/.com/globe/): Centrada en la parte superior de la página de Opinión, se reproduce a tamaño algo inferior al adecuado para la lectura una viñeta de Matt Davies, de carácter político y en blanco y negro. Debajo de la misma se ofrece un enlace al “Editorial cartoon blog”. Al pulsar sobre cualquiera de los dos elementos se abre un blog con una serie de textos y viñetas de Dan Wasserman (también en blanco y negro y con contenidos políticos), además de otros elementos como una reseña biográfica de este autor y enlaces a otros blogs relacionados con las viñetas y el cómic. Además de estos contenidos, la página de opinión del Boston Globe incluye un espacio con un fragmento de viñeta y el texto “The Ink Tank: A simple of editorial cartoons from around the country”. Ambos elementos sirven de enlace a una página en la que se ofrece el acceso a 55 viñetas diferentes de numerosos autores, publicadas en diversos medios de los Estados Unidos y todas ellas con carácter político y social.
Chicago Tribune (http://www.chicagotribune/.com): En una localización preferente de la página de opinión, un fragmento de viñeta y el texto Editorial Cartoons permiten acceder a un archivo con 58 viñetas publicadas el mismo día por varios autores en diversos periódicos estadounidenses; en cada caso, la viñeta va acompañada de una indicación con el nombre del autor o autora, fecha de publicación, y periódico y ciudad en los que se ha publicado.
Washington Times (http://www.washtimes/.com): La sección Voices permite el acceso a cinco subsecciones (Editorials, Commentary, Blogs, Cartoons y Letters to the Editor). Al pulsar en Editorial Cartoons se abre una nueva página que ofrece la viñeta del día de Bill Garner (en blanco y negro, de contenido político) y el acceso a un amplio archivo de viñetas del mismo autor.

[1] En la fecha en que se visita la página web de USA Today, la viñeta corresponde a Kal, de The Economist (Londres), aunque dos flechas situadas en la zona superior derecha permiten el acceso a 18 viñetas distintas de diferentes autores y medios.

Panorama de las viñetas de las ediciones on-line de los periódicos: Portugal

Ricardo Tejeiro Salguero (2009c)

Este artículo es continuación de PANORAMA DE LAS VIÑETAS DE LAS EDICIONES ON-LINE DE LOS PERIÓDICOS: REINO UNIDO (Tejeiro, 2008a) y de artículos similares dedicados a las viñetas de la prensa francesa (Tejeiro, 2008b), italiana (Tejeiro, 2009a) y alemana (Tejeiro, 2009b), publicados en esta página web.

La revisión de las ediciones digitales de la prensa portuguesa, llevada a cabo el 14 de noviembre de 2008, arrojó los siguientes resultados:

Por lo que respecta a los periódicos nacionales, en la página principal de la edición digital de Diario de Notícias (www.dn.pt), en un emplazamiento de fácil visualización, un recuadro con dos personajes de viñeta anuncia O Cartoon de Bandeira. Al pulsar sobre el mismo se accede a una tira a color firmada por Bandeira –con carácter de crítica social–, siendo posible igualmente acceder a las viñetas de días anteriores. También la página principal de Público en Internet (www.publico.pt) presenta, inmediatamente debajo de la barra principal de contenidos, un espacio con el título Bartoon y la primera de una serie de cuatro viñetas a las que se puede acceder pulsando sobre este enlace; estas viñetas se presentan bajo el título Bartoon y con la firma de Luis Alfonso. Una indicación con una flecha, en la parte inferior de la nueva ventana, permite el acceso a las tiras anteriores. No aparecen viñetas, sin embargo, en las ediciones digitales de otros medios nacionales como Correio da Manhã (www.correiomanha.pt), Portugal Diário (http://diario.iol.pt) o Jornal de Notícias (www.jnoticias.pt).
En una revisión aleatoria de algunas cabeceras de la prensa regional o local constatamos que la mayoría de sus ediciones digitales son de una pobreza notable, y en algunos casos (p.ej., Jornal da Bairrada) el acceso a la mayoría de los contenidos es de pago. Varios de los medios visitados no incluyen ninguna viñeta en su edición en Internet: Diário as Beiras (www.asbeiras.pt), Diário do Algarve (www.regiao-sul.pt), Diário de Coimbra (www.diariocoimbra.pt), Diário de Aveiro (www.diarioaveiro.pt), Jornal da Bairrada (www.jb.pt) y Reconquista (www.reconquista.pt). La Gazeta das Caldas (www.gazetacaldas.com) sí que incluye el enlace Cartoons dentro de su barra de contenidos, en un apartado titulado Bloco de Notas (junto con Suplementos, Necrologia, y otros); al pulsar sobre Cartoons se accede a una tira sin título rubricada por Bruno; no es posible ver las viñetas o tiras de días anteriores. También Diário Insular (www.diarioinsular.com) incluye viñetas en su edición digital, a través del enlace titulado Tiro&Queda situado en la pantalla principal; al pulsar sobre el enlace se abre una nueva ventana en la que se muestra la misma tira a mayor tamaño (no consta título alguno, y la rúbrica es ilegible).

Panorama de las viñetas de las ediciones on-line de los periódicos: Alemania

Ricardo Tejeiro Salguero (2009b)

Este artículo es continuación de PANORAMA DE LAS VIÑETAS DE LAS EDICIONES ON-LINE DE LOS PERIÓDICOS: REINO UNIDO (Tejeiro, 2008a) y de artículos similares dedicados a las viñetas de la prensa francesa (Tejeiro, 2008b) e italiana (Tejeiro, 2009a), publicados en esta página web.

Al igual que en dichos trabajos, día 13 de noviembre de 2008 accedimos a las ediciones digitales de un amplio número de periódicos alemanes al objeto de comprobar el grado de presencia en las mismas de las viñetas de prensa.

En primer lugar, y entre las principales cabeceras nacionales, destaca la ausencia de viñetas en la edición en Internet de Bild (www.bild.de). Por su parte, en la cabecera de la página principal de Die Welt (www.welt.de), y al mismo nivel que las secciones principales del periódico digital (Politik, Finanzen, etc.), el título Satire da paso a una página con contenidos humorísticos que incluyen textos, fotografías y enlaces a otras páginas. Uno de dichos enlaces lleva por título “Best of WamS: Karikaturen der Welt am Sonntag”, y al pulsar en el mismo se accede a una página con la última viñeta publicada en la edición dominical del periódico. Los autores que firman dichas viñetas son Stephan Rürup y Burkhard Fritsche. Otro enlace, titulado “Hauptsadtreporter”, permite visualizar las viñetas de Heiko Sakurai, presentadas en conjuntos de cuatro ilustraciones secuenciales antecedidas por un título. En ambos enlaces es posible acceder a un archivo de viñetas. También es posible acceder al mismo conjunto de viñetas de Heiko Sakurai a través de un enlace de mayor tamaño situado en la página de Satire, titulado “Der comic von Heiko Sakurai. Hilman, der Hauptsadtreporter”.

Respecto al Frankfurter Allgemeine (www.faz.de), en la zona baja de la página principal de su edición digital aparece un pequeño espacio constituido por un título (Faz.net Cartoon), dos textos referentes a dos viñetas diferentes (titulados Strizz y Greser und Lenz) y un fragmento de una viñeta. Al pulsar sobre Strizz se accede a la viñeta (y viñetas anteriores) de igual título de Volker Reiche, consistente en una imagen única o tira de imágenes de carácter seriado, en la que personajes animales humanizados comentan un tema de actualidad. Al pulsar sobre Greser und Lenz se accede a una página que contiene la viñeta diaria de Achim Greser y Heribert Lenz, además de otro material como un artículo sobre estos autores (que incluye una entrevista) y un archivo de viñetas anteriores. Finalmente, por lo que respecta a los grandes periódicos nacionales, el muniqués Süddeutsche Zeitung (www.sueddeutsche.de) incluye, en la página correspondiente a la sección de Economía, un espacio con el título Hippenstocks Strategen, el subtítulo Wirtschaft ist witzig y un fragmento de viñeta; al pulsar en el mismo se accede a una viñeta diaria titulada Hippenstocks Strategen, sin firma, así como a la posibilidad de acceder al archivo de viñetas anteriores.

Realizamos también una búsqueda aleatoria entre las ediciones digitales de diversos medios regionales y locales: Berliner Tageszeitung (www.BerlinerTageszeitung.de), BZ (www.bz-berlin.de), Berliner Morgenpost (www.berliner-morgenpost.de), Thüringer Allgemeine (www.thueringer-allgemeine.de), Kieler Nachrichten (www.kn-online.de), Volksstimme (www.volksstimme.de), Saarbrücker Zeitung (www.sz-sb.de), y Die Rheinpfalz (www.ron.de), sin que en ningún caso encontrásemos viñetas en ninguna de sus secciones.

Panorama de las viñetas de las ediciones on-line de los periódicos: Italia

Ricardo Tejeiro Salguero (2009a)

Este artículo es continuación de PANORAMA DE LAS VIÑETAS DE LAS EDICIONES ON-LINE DE LOS PERIÓDICOS: REINO UNIDO (Tejeiro, 2008a) y de un artículo similar dedicado a las viñetas de la prensa francesa (Tejeiro, 2008b), ambos publicados en esta página web.

Para conocer la presencia de las viñetas en las ediciones digitales de los principales periódicos italianos, el día 12 de noviembre de 2008 realizamos una revisión en Internet de las principales cabeceras nacionales de dicho país: La Reppublica (http://www.reppublica/.it), Corriere Della Sera (http://www.corriere/.it), La Gazzetta dello Sport (http://www.gazzetta/.it), Il Giornale (http://www.ilgiornale/.it), La Stampa (http://www.lastampa/.it), Il Messaggero (http://www.ilmessaggero/.it) y L’Unità (http://www.unita/.it).

De todos estos periódicos, sólo L’Unità permite el acceso a una viñeta –la correspondiente a Sergio Staino, a todo color en la página 3, de Opinión–, y para ello el lector debe pulsar en un enlace en la barra principal de opciones a través del cual se abre un archivo con las tres primeras páginas de la edición impresa del periódico.

De forma aleatoria comprobamos –en la misma fecha– las páginas web de otros periódicos italianos de menor difusión, encontrando que tampoco aparecía viñeta alguna en la edición digital de medios como Corriere del Giorno Della Puglia e Della Lucania (http://www.corgiorno/.it), Giornale di Sicilia (http://www.gds/.it), Il Gazzettino di Venecia (http://www.gazzettino/.it), La Nazione (http://www.lanazione/.it) o Il Giornale di Calabria (http://www.giornaledicalabria/.net). En su página web, Libertà (http://www.liberta/.it), de Piacenza, incluye una reproducción íntegra de su edición impresa, en cuya página 45, en la sección de Opinión, se muestra una pequeña viñeta a color firmada por Origone y titulada “L’Angolo di Origone”. De forma similar, Il Mattino (http://www.ilmattino/.it), de Nápoles, también reproduce en su página web la primera página de la edición impresa, que incluye una pequeña viñeta en blanco y negro, si bien la baja calidad de la reproducción impide tanto leer la viñeta como identificar su título o a su autor.