Ricardo Tejeiro Salguero (2009f)
Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.
Los siguientes párrafos se basan en los comentarios de Xavier Delucq, que trabaja para dos periódicos locales en otros tantos departamentos diferentes (La liberté de l’est y L’Echo le regional), remitidos por correo electrónico al autor el día 3 de septiembre de 2008.
En primer lugar, aunque en los foros de Internet y en algunos artículos impresos se alude a las viñetas de la prensa francesa como bande desinée (BD), lo cierto es que este término se reserva para los cómics, para las tiras seriadas (con personaje fijo y argumento consecutivo) y para las tiras que contienen gags cómicos. En el caso de las viñetas de prensa, los términos más apropiados son dessin de presse (dibujo de prensa) o dessin d’humour (dibujo de humor).
Los periódicos franceses, según Delucq, son cada vez más reacios a publicar viñetas, y aunque se combinan en sus páginas viñetas políticas y de gags, las primeras son cada vez más raras. “Los políticos tienen una influencia cada vez mayor sobre los periódicos. A día de hoy, hay en Francia una gran polémica acerca de la revista satírica Charlie Hebdo, que ha despedido al dibujante Siné a raíz de un dibujo sobre los hijos de Sarkozy”. En esta línea, se lamenta de que “cada vez hay más lectores que se echan al monte y no aceptan las bromas ni comprenden el humor. Cada vez hay más objeciones”. Con todo, reconoce Xavier Delucq que, en relación con los contenidos, “soy libre de hacer lo que quiero, aunque ellos son libres de publicar lo que quieren. Pero raramente me censuran; los periódicos locales son aún bastante libres y con frecuencia les gusta que los dibujos cuenten las cosas que no se pueden poner por escrito en un artículo”. Por otra parte, no hay una norma común respecto a la ubicación de las viñetas entre las secciones del periódico. “Yo publico en la página de actualidad nacional e internacional, pero cada periódico hace lo que le parece”.
La situación laboral de los autores de viñetas sigue la tónica encontrada en otros países: relación laboral de freelance casi generalizada, y falta de un puesto en la propia redacción. “No veo casi nunca a los periodistas, trabajo por Internet”.
Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.
Los siguientes párrafos se basan en los comentarios de Xavier Delucq, que trabaja para dos periódicos locales en otros tantos departamentos diferentes (La liberté de l’est y L’Echo le regional), remitidos por correo electrónico al autor el día 3 de septiembre de 2008.
En primer lugar, aunque en los foros de Internet y en algunos artículos impresos se alude a las viñetas de la prensa francesa como bande desinée (BD), lo cierto es que este término se reserva para los cómics, para las tiras seriadas (con personaje fijo y argumento consecutivo) y para las tiras que contienen gags cómicos. En el caso de las viñetas de prensa, los términos más apropiados son dessin de presse (dibujo de prensa) o dessin d’humour (dibujo de humor).
Los periódicos franceses, según Delucq, son cada vez más reacios a publicar viñetas, y aunque se combinan en sus páginas viñetas políticas y de gags, las primeras son cada vez más raras. “Los políticos tienen una influencia cada vez mayor sobre los periódicos. A día de hoy, hay en Francia una gran polémica acerca de la revista satírica Charlie Hebdo, que ha despedido al dibujante Siné a raíz de un dibujo sobre los hijos de Sarkozy”. En esta línea, se lamenta de que “cada vez hay más lectores que se echan al monte y no aceptan las bromas ni comprenden el humor. Cada vez hay más objeciones”. Con todo, reconoce Xavier Delucq que, en relación con los contenidos, “soy libre de hacer lo que quiero, aunque ellos son libres de publicar lo que quieren. Pero raramente me censuran; los periódicos locales son aún bastante libres y con frecuencia les gusta que los dibujos cuenten las cosas que no se pueden poner por escrito en un artículo”. Por otra parte, no hay una norma común respecto a la ubicación de las viñetas entre las secciones del periódico. “Yo publico en la página de actualidad nacional e internacional, pero cada periódico hace lo que le parece”.
La situación laboral de los autores de viñetas sigue la tónica encontrada en otros países: relación laboral de freelance casi generalizada, y falta de un puesto en la propia redacción. “No veo casi nunca a los periodistas, trabajo por Internet”.
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