Ricardo Tejeiro Salguero (2009h)
Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.
Las contestaciones de Onofre Martins Varela (Varella), (O Primero de Janeiro, O Comércio de Porto, Jornal de Notícias), recibidas los días 11 y 13 de noviembre de 2008, proporcionan una visión sobre la labor de los viñetistas en Portugal:
“Históricamente Portugal cuenta con nombres relevantes en el sector, desde los últimos tiempos de la monarquía, a finales del siglo XIX y principios del XX. [Hoy, todos los periódicos, generales y deportivos, así como los semanarios y las revistas semanales de ámbito nacional] tienen colaboradores en el área de la viñeta, la caricatura y la ilustración, que publican en las páginas de opinión o en otras. Hay nombres importantes que vienen del tiempo de la dictadura, como Vilhena, Stuart Carvalhais, Miranda, Sampaio e João Abel Manta, pero también otros como Brito, Vasco, Carlos Laranjeira, Ricardo Galvão, Rui Pimentel, Zé Manel, Zé Oliveira, Onofre Varela, Artur, Ferreira dos Santos, Paulo Fernandes, Eduardo Esteves, Rodrigo, Álvaro, Pedro Alves, Paulo Santos, Teixeira, Bruno Taveira, Carlos Rico, César Évora... La prensa portuguesa publica viñetas esencialmente políticas, con o sin la caricatura de los políticos aludidos. En su mayoría, el carácter de las viñetas es crítico y hacen referencia a casos ocurridos recientemente en el mundo de la política o de los negocios. También hay viñetistas que prefieren un trabajo más suave, pero son pocos. Y solo hay uno que prefiere el humor ligero, sin carga satírica o crítica: Zé Manel (…). Su trabajo tiene un trazo elegante, y está muy solicitado para ilustrar libros escolares. Los viñetistas son considerados periodistas. Yo mismo poseo el Carnet Profesional de Periodista, por ejercer la actividad de viñetista. Pero es una conquista reciente. Aunque el estatuto profesional del periodista explicita que un periodista es aquel que transmite noticias a través de texto, voz, fotografía o dibujo, las administraciones de los periódicos se negaban a interpretar así la actividad periodística. Tuve que participar en muchas reuniones, exponer ante el sindicato y la Comisión del Carnet de Periodista unos hechos que no pudieron refutar para que, finalmente, hace unos diez años todos los viñetistas que publican en órganos de información y respetan el código deontológico de la profesión tuvieran derecho al Carnet Profesional de Periodista, siempre que ejerzan la profesión como actividad principal. El Carnet Profesional es concedido por el Sindicato de Periodistas, y se instituyó hace cerca de veinte años. Sin embargo, algunas empresas periodísticas (como el Jornal de Notícias, en el que yo trabajaba) no consideraban que la decisión sindical fuera legal. Fue preciso formar la “Comisión del Carnet Profesional de Periodista”, que cuenta con representantes de la clase profesional, los medios de información, el sindicato y el gobierno, para reformar el Estatuto del Periodista a fin de que se incluyera en el mismo a los viñetistas y a los operadores de cámara de televisión. Los reporteros gráficos ya eran considerados periodistas, pero tuvieron que reclamar mucho para conseguirlo. Partiendo de ahí, mi argumentación era esta: “Si un reportero gráfico es periodista porque registra un hecho o a una personalidad a través de un medio artístico como es la fotografía, un viñetista lo es igualmente porque registra el mismo hecho y a la misma personalidad a través de un medio artístico como es el dibujo. Es más: la viñeta puede ser leída como un artículo de opinión”. No sé si mi argumentación tuvo algún peso en la decisión, pero sé que el Jornal de Notícias acabó por reconocer a sus viñetistas como periodistas. En mi caso personal (…) tuve [en O Primero de Janeiro, O Comércio de Porto y Jornal de Notícias] contrato de trabajo a tiempo completo, porque entré como gráfico. La actividad de diseñador, ilustrador, caricaturista y viñetista surgió después de estar en ellos, y nunca recibí nada más por desempeñar esas funciones (…). Hoy los caricaturistas y viñetistas que publican en la prensa portuguesa no son trabajadores a tiempo completo como fui yo. Son proveedores, con un contrato de colaboración, trabajando en sus propias casas y enviando los dibujos por Internet. La libertad de expresión es real, y no tengo conocimiento de censura al trabajo de los viñetistas en la imprenta nacional. No sucede lo mismo con la prensa regional, tal vez porque el medio a que se destina es más restringido y la “relevancia social” de algunas personalidades locales lleva a los directores de las publicaciones a censurar aquello que piensan que pueden resultar dañinas. Por otro lado, el fenómeno de la concentración de los medios de comunicación en cada vez menos empresas hace que el control de las noticias que llegan a conocimiento de los lectores sea cada vez más una amenaza latente. Pero esto es un fenómeno globalizado a escala mundial, y no solo portugués. Los profesionales que tienen como principal fuente de ingresos la viñeta y la caricatura son los siguientes: António - (Expresso)Cid - (Sol)Luís Afonso - (Público)Carrilho (*) - (Diário de Notícias) (*) - Carrilho posee un nivel técnico y artístico de tal importancia que sus principales clientes son publicaciones de los Estados Unidos y de Alemania. Hay muchos otros viñetistas, también con trabajos publicados en los periódicos citados, otros que publican en la prensa regional, y aún otros que, careciendo de periódico en el que publicar, exponen su trabajo en las galerías de arte. Pero todos ellos tienen otra profesión que les permite ganarse el sustento diario, ¡que no es cosa de morirse de hambre por la vía del viñetismo!”
Hay que señalar que en esta trascripción se ha utilizado el término “viñeta” para traducir lo que Onofre Varela denomina en su mensaje original en portugués “cartoon”, y de la misma manera, “cartoonista" ha sido traducido como “viñetista”. Respecto a la denominación de la profesión en Portugal, Varela precisa:
“En el idioma portugués se acordó, en la última revisión ortográfica, aportuguesar algunos términos extranjeros de uso frecuente entre nosotros. Fue el caso de cartoon, que dejó de escribirse en inglés para utilizar la nueva grafía cartune”.
Dentro de un estudio general que pretende comparar la situación laboral de los autores de viñetas en la prensa diaria española con la de sus homólogos en otros países que nos sirven de referencia, entre agosto y noviembre de 2008 procedimos primero a localizar y luego a contactar con diversos autores, solicitándoles información acerca de las condiciones en que realizan sus trabajos.
Las contestaciones de Onofre Martins Varela (Varella), (O Primero de Janeiro, O Comércio de Porto, Jornal de Notícias), recibidas los días 11 y 13 de noviembre de 2008, proporcionan una visión sobre la labor de los viñetistas en Portugal:
“Históricamente Portugal cuenta con nombres relevantes en el sector, desde los últimos tiempos de la monarquía, a finales del siglo XIX y principios del XX. [Hoy, todos los periódicos, generales y deportivos, así como los semanarios y las revistas semanales de ámbito nacional] tienen colaboradores en el área de la viñeta, la caricatura y la ilustración, que publican en las páginas de opinión o en otras. Hay nombres importantes que vienen del tiempo de la dictadura, como Vilhena, Stuart Carvalhais, Miranda, Sampaio e João Abel Manta, pero también otros como Brito, Vasco, Carlos Laranjeira, Ricardo Galvão, Rui Pimentel, Zé Manel, Zé Oliveira, Onofre Varela, Artur, Ferreira dos Santos, Paulo Fernandes, Eduardo Esteves, Rodrigo, Álvaro, Pedro Alves, Paulo Santos, Teixeira, Bruno Taveira, Carlos Rico, César Évora... La prensa portuguesa publica viñetas esencialmente políticas, con o sin la caricatura de los políticos aludidos. En su mayoría, el carácter de las viñetas es crítico y hacen referencia a casos ocurridos recientemente en el mundo de la política o de los negocios. También hay viñetistas que prefieren un trabajo más suave, pero son pocos. Y solo hay uno que prefiere el humor ligero, sin carga satírica o crítica: Zé Manel (…). Su trabajo tiene un trazo elegante, y está muy solicitado para ilustrar libros escolares. Los viñetistas son considerados periodistas. Yo mismo poseo el Carnet Profesional de Periodista, por ejercer la actividad de viñetista. Pero es una conquista reciente. Aunque el estatuto profesional del periodista explicita que un periodista es aquel que transmite noticias a través de texto, voz, fotografía o dibujo, las administraciones de los periódicos se negaban a interpretar así la actividad periodística. Tuve que participar en muchas reuniones, exponer ante el sindicato y la Comisión del Carnet de Periodista unos hechos que no pudieron refutar para que, finalmente, hace unos diez años todos los viñetistas que publican en órganos de información y respetan el código deontológico de la profesión tuvieran derecho al Carnet Profesional de Periodista, siempre que ejerzan la profesión como actividad principal. El Carnet Profesional es concedido por el Sindicato de Periodistas, y se instituyó hace cerca de veinte años. Sin embargo, algunas empresas periodísticas (como el Jornal de Notícias, en el que yo trabajaba) no consideraban que la decisión sindical fuera legal. Fue preciso formar la “Comisión del Carnet Profesional de Periodista”, que cuenta con representantes de la clase profesional, los medios de información, el sindicato y el gobierno, para reformar el Estatuto del Periodista a fin de que se incluyera en el mismo a los viñetistas y a los operadores de cámara de televisión. Los reporteros gráficos ya eran considerados periodistas, pero tuvieron que reclamar mucho para conseguirlo. Partiendo de ahí, mi argumentación era esta: “Si un reportero gráfico es periodista porque registra un hecho o a una personalidad a través de un medio artístico como es la fotografía, un viñetista lo es igualmente porque registra el mismo hecho y a la misma personalidad a través de un medio artístico como es el dibujo. Es más: la viñeta puede ser leída como un artículo de opinión”. No sé si mi argumentación tuvo algún peso en la decisión, pero sé que el Jornal de Notícias acabó por reconocer a sus viñetistas como periodistas. En mi caso personal (…) tuve [en O Primero de Janeiro, O Comércio de Porto y Jornal de Notícias] contrato de trabajo a tiempo completo, porque entré como gráfico. La actividad de diseñador, ilustrador, caricaturista y viñetista surgió después de estar en ellos, y nunca recibí nada más por desempeñar esas funciones (…). Hoy los caricaturistas y viñetistas que publican en la prensa portuguesa no son trabajadores a tiempo completo como fui yo. Son proveedores, con un contrato de colaboración, trabajando en sus propias casas y enviando los dibujos por Internet. La libertad de expresión es real, y no tengo conocimiento de censura al trabajo de los viñetistas en la imprenta nacional. No sucede lo mismo con la prensa regional, tal vez porque el medio a que se destina es más restringido y la “relevancia social” de algunas personalidades locales lleva a los directores de las publicaciones a censurar aquello que piensan que pueden resultar dañinas. Por otro lado, el fenómeno de la concentración de los medios de comunicación en cada vez menos empresas hace que el control de las noticias que llegan a conocimiento de los lectores sea cada vez más una amenaza latente. Pero esto es un fenómeno globalizado a escala mundial, y no solo portugués. Los profesionales que tienen como principal fuente de ingresos la viñeta y la caricatura son los siguientes: António - (Expresso)Cid - (Sol)Luís Afonso - (Público)Carrilho (*) - (Diário de Notícias) (*) - Carrilho posee un nivel técnico y artístico de tal importancia que sus principales clientes son publicaciones de los Estados Unidos y de Alemania. Hay muchos otros viñetistas, también con trabajos publicados en los periódicos citados, otros que publican en la prensa regional, y aún otros que, careciendo de periódico en el que publicar, exponen su trabajo en las galerías de arte. Pero todos ellos tienen otra profesión que les permite ganarse el sustento diario, ¡que no es cosa de morirse de hambre por la vía del viñetismo!”
Hay que señalar que en esta trascripción se ha utilizado el término “viñeta” para traducir lo que Onofre Varela denomina en su mensaje original en portugués “cartoon”, y de la misma manera, “cartoonista" ha sido traducido como “viñetista”. Respecto a la denominación de la profesión en Portugal, Varela precisa:
“En el idioma portugués se acordó, en la última revisión ortográfica, aportuguesar algunos términos extranjeros de uso frecuente entre nosotros. Fue el caso de cartoon, que dejó de escribirse en inglés para utilizar la nueva grafía cartune”.
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